Hace unos días, un informativo en la televisión hablaba sobre la situación que actualmente se vive en FILIPINAS a causa del tifón Haiyan que ha dejado a su paso más de 2500 muertos y ha destruido la vida de millones de personas, que actualmente y literalmente, "NO TIENEN NADA" excepto a aquellos que comparten su misma situación o que quieren estar allí para suavizar de alguna forma su pena.
El presentador dijo entonces una frase que me hizo reflexionar muchísimo...
"EL TIFÓN SE LO HA LLEVADO TODO PERO...
NO HA CONSEGUIDO BORRAR SU SONRISA"
Lo primero que pensé fue en la cantidad de veces que me he sentido triste por la aparente degradación de la naturaleza humana, por esa pérdida de valores que parece adquirir proporciones de pandemia, por ese individualismo que hace que nos sintamos ajenos a los problemas de aquellos que nos rodean, por ese afán desmesurado por tenerlo todo para no ser capaz de disfrutar ni de una mínima parte... Y de repente... Gracias a una sonrisa, vuelvo a creer en el ser humano y vuelvo a entender lo maravilloso e imprescindible que resulta su presencia en este mundo.
Sólo un ser maravilloso podría recurrir a una sonrisa cuando lo ha perdido todo... Pero aunque parezca imposible, ¡sucede!, ¡YO LO HE VISTO!.
El ser humano es capaz, aunque en ocasiones resulte difícil de creer, de mostrarse generoso y agradecido con el espacio que le acoge y que tiene potestad de desahuciarlo a su antojo.
¡Y entonces me ocurrió!...
La sonrisa me llegó tan dentro y sentí tanta admiración, que lejos de apagar el televisor presa de la impotencia, quise hacer lo imposible por perpetuar esa imagen en el tiempo y en mi memoria... para siempre... Y devolver a esa y a todas las personas que me rodean de alguna manera, esa sonrisa que supieron regalarme a tiempo y que tanto bien me hizo entonces.
Y cai en la cuenta de la magnitud y de la gratuidad de este gesto y de lo mucho que nos cuesta regalarlo cuando lo TENEMOS TODO.
Un leve movimiento de un músculo, que consideramos una acto de generosidad por nuestra parte, dirigido en exclusiva a las personas que cumplen con nuestras expectativas... Y una persona en medio de la nada... al otro lado de una pantalla... nos lanza una sonrisa como si fuera un beso, sin conocernos...
No sabría deciros exactamente cual es la moraleja de estas reflexiones, simplemente he sentido la necesidad imperiosa de compartirlas con vosotros...
Tan sólo puedo decir que... UNA VEZ MÁS... Me he vuelto a dar cuenta de que... Siempre tendremos un motivo para sonreír, aunque la tristeza nos invada... Que una sonrisa regalada y no necesariamente merecida no cuesta nada y ocasiona un bien inmenso... Y que sonreír, nos hace a todos mucho más bellos...
Un abrazo desde "
COSAS DE PALMICHULA" y...
¡FELIZ DOMINGO DE SONRISAS!