ELLA hija de un acaudalado empresario con un notable gusto por lo caro.
ÉL un escritor inseguro en busca de inspiración en el París de los años veinte, donde grandes genios de la pintura y la literatura desataron su imaginación, en un ambiente bohemio, festivo y liberal.
De esta manera WOODY ALLEN nos vuelve a demostrar su enorme talento ambientando sus originales historias en un lugar geográfico al que siempre acaba confiriendo un encanto muy especial.
Mi relación con Woody ha ido mejorando notablemente a lo largo de los años, de la misma manera que uno aprende a apreciar un buen vino a base de catarlo. Los aromas que impregnan las películas de woody Allen me resultan cada vez más agudos, generosos y maduros.
Hoy puedo decir que MIDNIGHT IN PARIS ciertamente me ha embriagado
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