Hace unos años esta preciosa granja del siglo XVIII construida en 1792 recibió a sus nuevos propietarios que la reformaron y decoraron con mobiliario antiguo y objetos de la época de Gustavo III de Suecia quien en su momento solicitó a artistas suecos el diseño de un palacio en Estocolmo de manera similar.
Una mezcla espectacular del estilo que caracterizó a este monarca, simple y práctico con predominio del blanco, marfil y gris y las tendencias más modernas. Existen en esta casa elementos de gran valor sentimental por su antigüedad y belleza... como un balancín de madera con forma de cisne, una Venus de mármol blanco y algunos juguetes. El resultado es realmente impresionante, acogedor e interesante ¿no os parece?
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