VIVIR DEL CUENTO

Cada vez que leo un cuento siento una sensación de libertad indescriptible, como si tuviera por delante un hermoso campo de amapolas cuyos límites se me antojaran inalcanzables.

Mi único reto, consistiría en atravesarlo, prescindiendo de la forma y del tiempo, dejándome llevar por las señales... el susurro sordo del viento, el sutil roce de un ser invisible, un mensaje grabado a fuego sobre la tierra, o unos enormes zapatos mágicos que se ciñeran a mis pequeños pies desnudos... 

Tal vez, sería un duende travieso el que trataría de persuadirme para que me detuviera cautivada por una belleza etérea y difusa, en otras ocasiones, una malvada bruja trataría de levantar murallas que proyectaran una sombra de duda sobre mi particular espacio... 

De la mano de la suerte hallaría el camino correcto, precisamente en el momento en que me sintiera más perdida, justo cuando mi vida comenzara a parecerme una basta extensión de colores repetidos... 

La buena suerte vendría seguro a buscarme, porque los cuentos no entienden de escenas dos veces representadas, ni de buenos que mueren pronto, ni de villanos que no mueren nunca, ni de días sin nubes blancas.. los cuentos siempre vienen acompañados de FINALES FELICES, pero no para los que comen perdices, sino para los que tienen la suerte de poder echarle narices al mundo..

Aspiro cada día a hacer de mi mundo un cuento...

¡OS DESEO FELIZ SEMANA!

Fuente: Paper Fashion