La falta de espacio es lo que motivó al propietario de esta casa sueca para buscar una solución ingeniosa que le permitiera no prescindir de sus objetos más preciados y crear un espacio acogedor y cómodo donde pasar sus momentos de ocio y descanso.
Un cubo minimalista de 2 x 4 x 1.4 m3 en madera de abeto con acabado en negro, se convirtió en la solución ideal y perfecta para guardar su colección de vinilos, colocar la televisión, hacer funciones de vestidor y ubicar la cama.
The living cube, diseñado por el propietario de la vivienda, el berlinés Till Könneker y construido por Remo Zimmerli es un bonito proyecto creativo y original que no podíamos dejar pasar por alto en Cosas de Palmichula
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