Parecía que entre el mar y el cielo existiera una lucha encarnizara que creara una explosión de energía, peligrosa, electrizante, desafiante pero al mismo tiempo hermosa, libre y calmante...
Panorámicas así, te hacen ser consciente de que estamos a merced de una naturaleza cuyas leyes nunca debemos menospreciar... Pero que al mismo tiempo nos sujeta, abraza y tolera nuestras torpezas con una generosidad infinita y tierna, casi maternal...
Fotografías: Cosas de Palmichula
¡Feliz Domingo y FELIZ SEMANA a todos!
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