-¿Cuánto
tiempo hace que no tiene usted MARIPOSAS EN EL ESTÓMAGO?
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No sabría precisarle… tal vez días, semanas o meses… Tengo miedo.
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¿Y de qué tiene usted miedo?
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De que las Mariposas se me suban a la cabeza y me explote.
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Las Mariposas no pueden causarle daño, sólo pueden provocar cosquillas en
diferentes partes de su cuerpo.
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Opino que si las Mariposas permanecen demasiado tiempo en mi interior, acabarán
por marcharse, entonces echaré de menos su presencia y la sutilidad de su roce
y me sentiré tremendamente desgraciada… Así que, cuando las Mariposas intentan
posarse en mis pestañas, descansar en mis manos o enredarse en mi pelo, simulo que
no las veo y acaban yéndose enfadadas. A veces, algunas vuelven, y presumidas
baten sus alas cegándome con sus colores, pero estoy demasiado cansada para
jugar con ellas, cierro los ojos y me duermo…
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No debe dormirse, debe permanecer muy despierta ante lo que le rodea.
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Soñar es fácil, a veces también hay Mariposas en los sueños, pero nunca vienen
para quedarse y así no tengo que pedirles después que se vayan, así nunca tengo
miedo cuando las pierdo.
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Debe de dejar que sus Mariposas vuelen a su antojo, no puede hacer de su cuerpo
una jaula… Haga de sus ojos un espejo donde puedan observarse a su antojo,
entonces, no querrán marcharse nunca… haga de sus manos un suave lecho donde se
sientan seguras, entonces permanecerán con usted incluso cuando esté dormida… Suelte su pelo para que puedan aspirar su perfume y les recuerde a las flores.
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¿Debo hacer todo eso?, no estoy segura de que mis ojos tengan el brillo
suficiente para satisfacer su ego… No estoy segura de que mis manos sean
suficientemente grandes para proteger sus alas… No estoy segura de que mi pelo desprenda
una fragancia lo suficientemente embriagadora.
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Solo lo sabrá si lo intenta y procura no dormirse. Cuando sienta que su
estómago se llena de Mariposas no las ahuyente, al contrario, invítelas a que
invadan también su cabeza y pida que le lleven volando lo más lejos posible de
miedos, tristezas e inseguridades… Deje que las cosquillas de sus antenas y
alas le hagan esbozar una sonrisa… Habrá llegado el momento de cerrar los ojos
y dejar que las sensaciones le invadan…
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¿Y qué pasará cuando los abra?
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Pues que al contrario que en los sueños, las Mariposas se abran adueñado de sus
recuerdos y las cosquillas en su estómago y cabeza permanecerán para siempre,
siempre podrá recurrir a ellos hasta que nuevas mariposas acudan a visitarle,
tendrá que hacer un hueco en su agenda para ellas y prescindir de mis servicios
por un tiempo, ¿está usted de acuerdo?
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Lo estoy Doctor, no veo la hora de marcharme y comenzar a repartir
invitaciones…
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Hágalo y a buen seguro, esta misma tarde las Mariposas acudirán a su encuentro,
procure seguir mis recomendaciones y consuma con moderación los sueños.
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¿Hasta cuando el tratamiento?
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Hasta siempre amiga.
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Hasta siempre Doctor
Jo..que bonito...se me han saltado las lágrimas. Si no te importa y algún día consigo muy sueño enlazaré este post..vale?
ResponderEliminarMoagssf
Estoy segura de que tú sueño se hará realidad en el momento adecuado, cuando se cumpla te darás cuenta de que es justo el mejor momento posible. Estaré encantada y orgullosa de que en ese instante enlaces este post. Un abrazo. Palmira.
EliminarQue bonito Palmira, la verdad es que nunca hay que cerrarse a ese tipo de sensaciones, pocas veces podemos difrutarlas. Las mariposas escasean, y hay que atraparlas mientras podamos. Precioso post.
ResponderEliminarUn besazo
Creo, Clara, que las MARIPOSAS no son tan escasas, simplemente dejamos de notarlas o pensamos que tenerlas dentro deben de ser otra cosa distinta y más intensa. Por eso es tan importante que no nos dediquemos a soñar y estemos muy atentos a los instantes que nos rodean, su presencia se hará más patente y tendremos la oportunidad de sentirlas en más ocasiones. Me encanta que escribas, muchísimas gracias.
EliminarUn abrazo
Palmira
¡Qué bonito, y qué bonitas las ilustraciones de las mariposas! ❤
ResponderEliminarMe encantan las mariposas, gracias!
ResponderEliminarEu amo borboletas no estômago, mas quase sempre saio com vários ralados no coração por causa delas...é um preço que se pode pagar. A gente nunca sabe...
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