Llegó el momento, precipitado por el discurrir de los acontecimientos, de hacer balance, de liberar lastres para seguir avanzando con una sensación de ligereza renovada y descubrir la ubicación exacta, de este mi rincón, que defino de tremendamente ilusionante, al que he dedicado tantos momentos frágiles y delicados de mi existencia.
Releyendo algunos de mis post, observando las imágenes que he seleccionado para ilustrarlos, tengo la sensación de que me he mantenido obstinadamente firme en mi objetivo, que desde el principio, no ha sido otro que reconocerme plenamente en mis palabras y acercarme a otros, simplemente por ser yo.
Sin embargo, me he dado cuenta también, de que durante un tiempo he navegado a la deriva, con un mensaje equivocado en mi conciencia, en un mundo que resumiendo en dos palabras me resulta tan fantástico como extraño...
He llegado a sentir angustia por no identificarme con la perfecta blogger, la más comentada, la más carismática, la más ocurrente, la más rápida en una carrera desenfrenada hacia un éxito muerto antes de su nacimiento, pues Palmichula no vende nada, no pretende ser comprada, no aspira ni aspirará a formar parte de las listas de blog maravillosos, ni a ser reconocida socialmente...
Palmichula, sólo pretende disponer de un rincón donde cobijarse, donde mirarse y mirar a otros, cada día o cuando la necesidad apremie... Y de tener la oportunidad de retroceder voluntariamente sobre sus pasos, o continuar avanzando... Pero SIEMPRE, con la certeza de lograr obtener como premio el reflejo de su particular manera de ver el mundo... Así debería haber sido siempre...
Felicidades a los que mágicamente logran conseguirlo cada día y que con tanta autenticidad lo demuestran.
Un abrazo reflexivo
Palmichula
¡Pero qué profunda, nena!
ResponderEliminarNo sé si debo opinar (tu entrada parece un poco íntima, como escrita para ti misma), pero siempre he sido obstinada así que allá voy: creo que tu blog tiene muchísimo encanto, así que, aunque supongo que cuando hablas de deshacerte de lo superfluo lo dices metafóricamente, por si acaso te ruego que no cambies absolutamente nada en tu blog, porque me gusta exactamente así.
Un besazo Palmira... O Palmichula...
Tienes razón guapi, es una especie de reflexión personal, lo que intento es saber que papel juega el blog en mi vida en estos momentos y quedarme sólo con la parte bonita, porque este blog no fue creado con ningún objetivo comercial, así que los beneficios deberían de ser todos. Los cambios no estarían dirigidos al formato, pues como he dicho este blog es muy yo, pero creo que son necesarios cambios en el enfoque que son personales y los lectores no notarán. Te agradezco muchísimo tus palabras, me alegro muchísimo de que andes por aquí.
EliminarUn beso fuerte
Palmira
Palmira, a nosotras siempre nos ha encantado el aire intimista y personal de tus entradas, más que por las fotos en si, entramos en tu blog para leerte, y ya en alguna ocasión hemos alabado tu forma de escribir. Siempre es bueno reconsiderar y recapacitar sobre lo que hacemos. Nosotras, por ejemplo, hemos bajado el número de publicaciones semanales porque llegamos a la conclusión de que, el ritmo frenético que nos suponía publicar a diario, no podíamos seguir llevándolo. Sin embargo, nos daría mucha pena que tu blog perdiera la esencia que hace que te leamos siempre.
ResponderEliminarMuchos besos de las dos
J&Y
Reconozco que no sería yo sin esos arrebatos que hacen que sienta una necesidad irreprimible de escribir lo que siento, supongo que resultará un poco chocante para los que visitan Cosas de Palmichula. Esperarán encontrar en un blog de temática decorativa post que precisamente traten de esa temática y de repente se encuentran con un torrente de sentimientos que tal vez puedan resultar deshilvanados, pues falta el contexto en el que han sido construidos. Cuando alguien te cuenta que además de para ver imágenes entra en tú blog para leerte te sientes realmente recompensada por el esfuerzo que supone intentar expresar con la mayor precisión posible tus pensamientos.
EliminarGracias a las dos, vuestras palabras son realmente valiosas para mí.
Un besazo
Palmira