A riesgo de ser repetitiva, hoy vuelvo a decantarme por una de esas casas de estilo nórdico plagadas de detalles que me chiflan...
por ejemplo... ¿quien mira para otro lado cuando ve una tradicional chimenea cerámica nada más y nada menos que pintada de un verde oliva?
¿Quien no se muerde las uñas cuando se dispone de un recibidor con suficiente espacio como para colocar una estantería con libros? y hasta ¡una guitarra!
Mira que no me quejo de dimensiones, pero tengo una espina clavada... ¡ME ENCANTARÍA tener un super hall, para vestirlo, con un banco, un perchero, una librería, un sombrero... ¡QUE SE YO!
Por lo demás, como siempre estos espacios nórdicos no nos defraudan y como siempre, aportan grandes dosis de calidez, resultan sumamente prácticos y demuestran estar a la última en cuanto a tendencias...
Por cierto, MIL GRACIAS a Cristina Alfaro de Un Bon Moment por acordarse de mí y otorgarme un premio, desde aquí, un piropo para un blog que nos gusta un porrón.
Un abraciño como diría mi amigo ¡Pedrooooo!
Palmira
Fuente: Nicety Live Journal
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